Reconocido por su arquitectura típica de los 40, sobresale en medio de una comunidad marina envuelto en un ambiente sosegados fresco y familiar, a las puertas del Mar Caribe, donde podrá ser testigo de la puesta de sol, de la entrada de los barcos a la bahía y del paisaje único que le ofrece la impetuosa y original fortaleza del Morro. En Punta Gorda o en el Muelle de Ciudamar podrá abordar las embarcaciones que lo trasladarán al restaurante que además brinda servicios de cenas previa reservación.