Enclavado en el corazón del centro histórico de la ciudad de Trinidad, Patrimonio de la Humanidad, a escasos metros de la emblemática Plaza Mayor, en una clásica casona colonial de techos de maderas preciosas y tejas, construcción que data de finales del siglo XVIII.
Vivienda que fue habitada por una familia media trinitaria y a partir del año 1998 acoge este restaurante que cautiva, tanto por su belleza y encanto como inmueble, como por su bien surtida mesa buffet o servicio a la carta donde se combinan un menú internacional con la comida criolla y local, haciendo suya las costumbres y tradiciones de la región.
Trinidad, como casi toda la Isla, exhibe una gran variedad de costumbres, hábitos y tradiciones con gran influencia de las diferentes culturas propias del mestizaje y la idiosincrasia de su población que se presentan también en su arte culinario.